La Rioja es famosa por sus vinos, pero poca gente la conoce por sus increíbles miradores. La mayoría de sus pueblos y aldeas se elevan en colinas sobre el Ebro o sobre extensiones infinitas de viñedos que te dejan embobado

Si además tienes la suerte de un precioso día con nubes y sol, no hay más que pedir, solo puedes coger la cámara y disfrutar del paisaje.

ATALAYA DE HARO

Ofrece unas panorámicas muy amplias hacia la entrada Norte de Haro y hacia el noroeste de La Rioja Alta y Burgos.

La forma más bonita y apetecible de acceder al mirador es a través de la Herradura por las escaleras que suben por el lateral izquierdo de la iglesia. Una vez arriba, es cuestión de caminar por la Calle de Toloño, entre casas residenciales, hasta llegar a una explanada donde terminan las casas y donde se encuentras unas grandes letras con el nombre de la villa jarrera. Llegando a Haro desde el Norte, estas letras se ven perfectamente desde la carretera, dando personalidad propia a este cerro. 

Ésta es ‘La Atalaya’ de Haro, y desde aquí, sólo queda disfrutar de las vistas de la parte Oeste de la ciudad de Haro, de los Montes Obarenes a lo lejos, del Barrio de la Estación (donde están todas las bodegas), que está abajo en primer término, y más para atrás, la panorámica sobre los Riscos de Bilibio y Las Conchas, paso estratégico entre Euskadi y La Rioja. Más a la derecha, las primeras estribaciones de la Sierra Cantabria, con el monte Toloño como estandarte.

RISCOS DE BILIBIO

Espacio único e irrepetible situado a 6km de la localidad de Haro. Visita obligada si vienes a La Rioja y que fue declarado como “Mejor rincón de España en 2014” por la Guía Repsol.

Desde lo alto de los riscos de Bilibio donde se encuentra una ermita y donde se erige la figura de San Felices, podrás disfrutar de una sensacional panorámica de los viñedos de esta zona de la Rioja Alta y del río Ebro a su entrada en la comunidad por las Conchas de Haro. 

Además. si aprovechas para visitar Haro el 29 de junio podrás vivir, en primera persona, la conocida fiesta de “La Batalla del Vino” declarada fiesta de interés turístico nacional.

 

CELLORIGO, EL PÚLPITO DE LA RIOJA

Si bien todo el pueblo de Cellórigo es un mirador en sí mismo, junto a la Iglesia de San Millán encontramos una zona de miradores con las mejores panorámicas que podemos obtener sobre La Rioja Alta. No en vano es denominado el púlpito de La Rioja. 

Existen varios paneles informativos para conocer de primera mano hasta donde alcanzamos a ver desde aquí. La situación es privilegiada. A 800 metros de altitud Cellórigo vive encaramado a una cresta rocosa singular denominada Peñaluenga, perteneciente a los Montes Obarenes.

En días despejados podremos disfrutar de la visión de cerca de 30 pueblos diseminados entre los campos riojanos y, lejos en el horizonte, se alcanzan a distinguir las cumbres de la Sierra de la Demanda riojana.

Sin duda, un mirador imprescindible si nos encontramos de visita por la Comarca de Haro.

MIRADORES DE BRIONES

Briones, conocido sobre todos por sus vinos y su precioso conjunto histórico, “esconde” increíbles miradores que nos muestran algunos de los paisajes más bonitos de La Rioja, como la Sierra de la Demanda (al Sur), la sierra de Cantabria, con Peñacerrada y el Toloño (al Norte) y siempre presente el Ebro, enseñándonos unos preciosos meandros a su paso por esta localidad. 

El punto exacto que proponemos se le conoce como Calle Cerca de las 40. Y la panorámica que se observa desde este lugar es espectacular. El río Ebro, protagonista indiscutible del mirador, forma aquí un meandro perfecto dejando a la vista extensos campos de viñedos y los picos de La Sierra de Cantabria surcando el horizonte.

Otro estupendo mirador se encuentra un poco más al este, junto al Torreón Medieval.

CASTILLO DE DAVALILLO

El Castillo de Davalillo es como una pequeña isla entre una mar de viñedos.
Desde lo alto de los muros ruinosos de este castillo, que data del siglo XIII, se divisa gran parte de la Rioja Alta. Especialmente bonita es la perspectiva lejana del pueblo de San Vicente de la Sonsierra. Si quieres ver viñedos y hacer fotos espectaculares éste es tu lugar.

Además, el camino ya es un premio en sí mismo. Conducirás completamente rodeado de viñedos y con la figura del castillo en la lejanía. De verdad, este lugar es un imprescindible que visitar en otoño, verano y cualquier estación del año.

 

MONTE TOLOÑO

Es uno de los picos más altos de la Sierra de Cantabria, con casi 1.300 metros de altura. Las vistas desde la cima del monte son espectaculares; además, también podrás disfrutar de los restos del Santuario de Toloño, también llamado de Nuestra Señora de los Ángeles, que se encuentra en un prado a 1200 metros. Fue construido por la Orden de San Jerónimo entre el siglo XIV y XV. Se puede acceder a este desde  Labastida, Rivas de Tereso o Peñacerrada.

MIRADOR DEL CASTILLO DE SAN VICENTE

San Vicente de la Sonsierra se asienta sobre una colina junto al curso del omnipresente río Ebro. Esa pequeña altura le convierte en un balcón natural perfecto para otear las vistas de los infinitos campos de viñedos de La Rioja Alta. Además, aquí tienes el plus de observar también el espectacular puente medieval de San Vicente y todo el paisaje que se abre tras él.

 La vista desde este enclave es una de las más hermosas de La Rioja ya que desde aquí se pueden divisar las cumbres de la Sierra de Cantabria (al Norte) y las de la Sierra de la Demanda (al Sur). Este mirador del Ebro ofrece paisajes variados que nos dan otra muestra de la riqueza natural de esta región (viñedos, bosques de pino y carrasco, riberas del Ebro, etc…)

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